Coincidiendo con la celebración el 25 de noviembre del Día Internacional de Lucha contra la Violencia de Género, quiero aprovechar este espacio e ir compartiendo durante este mes algunos artículos extraídos de una Guía que he elaborado para ayudar a las mujeres que en estos momentos la están sufriendo o la han sufrido.
No sabía si empezar con la descripción del término, tan manida pero que parece que no termina de cuajar en muchas personas que la cuestionan continuamente. Algunas indicaciones solamente sobre qué es la violencia de género:
- La violencia de género es un problema mundial, está presente en todos los países y en todas las sociedades.
- Representa un problema social y no un fenómeno aislado, ya que la familia es uno de los focos más destacados de la sociedad.
- Se da en todas las clases sociales y en todos los niveles socio-educativos.
- Suele producirse de manera crónica y cíclica, y con intensidad creciente, pudiendo variar desde los insultos hasta el femicidio (muerte de la mujer a manos de su pareja).
- Ha existido siempre, si bien en los últimos años se ha tomado más conciencia al respecto y se denuncia más, lo cual no quiere decir que haya más que en el pasado.
Cuando hablamos de violencia de género nos referimos a cualquier tipo de violencia que se produce hacia la mujer simplemente por el mero hecho de serlo. Y esta violencia no se circunscribe solo al ámbito del hogar si no que está presente en el ámbito público. Violencia de género es la mutilación genital, las violaciones, el acoso sexual en el trabajo, los matrimonios concertados en algunos países, el trato a las viudas, la trata de mujeres con fines de explotación sexual, etc.
Tras haber dado dos pinceladas de los aspectos que creo más importantes de este fenómeno me gustaría compartir una metáfora:
La parábola de la rana hervida
«Si ponemos una rana en una olla de agua hirviente, inmediatamente intentará salir. Pero si ponemos la rana en agua a la temperatura ambiente, y no la asustamos, se queda tranquila. Cuando la temperatura se eleva de 21 a 26 grados, la rana no hace nada, e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida, y finalmente no está en condiciones de salir de la olla.
Aunque nada se lo impide, ……………..¡la rana se queda allí y se cocina! ¿Por qué?